Alberto posee un alma romántica, caracterizándose por sus drásticos cambios de humor y la angustia existencial de la que vive preso. El apasionado amor que siente hacia su novia Josefina podría proporcionarle la paz de espíritu que tanto necesita, pero Alberto se ve incapaz de solucionar sus numerosos problemas emocionales con tal de sentar la cabeza junto a ella: ya sea vivir largas temporadas en el extranjero o huir de las autoridades tras un malentendido, la voluble naturaleza de Alberto lo llevará a tomar innumerables decisiones extravagantes, las cuales pondrán a prueba el amor de los dos jóvenes y la inagotable paciencia de Josefina.