Ana Ozores es conocida en toda Vetusta por su belleza, pero también por su posición social: la “Regenta”, que es como todo el mundo se refiere a ella, recibió dicho apodo a raíz de su matrimonio de conveniencia con el antiguo regente de la Audiencia, un hombre que le dobla la edad. Pese a la falta de atracción, La Regenta se esfuerza por tener un matrimonio feliz para satisfacer las expectativas de la sociedad, pero Álvaro Mesía, donjuán local, planea aprovecharse de su sentimiento de insatisfacción vital para seducirla. Ana tratará de huir del pecado apoyándose en su nuevo confesor, el magistral Fermín de Pas; sin embargo, el propio Fermín es esclavo de sus pasiones, y deberá luchar por ocultar sus sentimientos hacia Ana.